sábado, 4 de agosto de 2012

LOS CANALES ABIERTOS DE AMÉRICA LATINA



 "Aquéllos que llegan antes al río encuentran el agua más limpia."
                                                                                                         -Proverbio Africano-

El vital elemento se encuentra en el centro de las tensiones en un mundo donde las crisis energéticas, ambientales, financieras y sociales muestran el agotamiento de un modelo globalizado intrínsecamente inestable.

El agua expresa su mayor valor estratégico como doble fuente de recursos: nutritiva indispensable para la vida e igualmente imprescindible como energía renovable no contaminante. Estos atributos han determinado que las Organización de las Naciones Unidas reconozcan el acceso al agua potable como un derecho humano fundamental, que debe ser gestionado bajo criterios de sustentabilidad, garantizando la participación social y el aseguramiento de  servicios tutelados estrechamente por el estado para asegurar la adecuada provisión  de bienes públicos.

El racionamiento del recurso frente al crecimiento demográfico es evidente, solo el 2.5% del agua del planeta es dulce y solo el 0,025% es agua dulce superficial de fácil acceso, somos un país y una provincia claramente privilegiada en cuanto al recurso, lo que nos permite exportar bienes altamente demandantes de agua para su producción como son todos los agroalimentos.  Resulta común ver en otras partes del mundo costosas plantas desalinizadoras para abastecer las necesidades elementales de la industria y de los habitantes de vastas regiones para su sustento, determinando un valor económico muy superior para el agua dulce del que históricamente tuvo o que actualmente le asignamos.

Vivimos en una provincia nombrada por su río donde el agua es igualmente escasa. En efecto aunque su uso actual no la haya agotado,  el volumen de la Cuenca Autónoma del Río Negro no resultará suficiente para abastecer la totalidad de las superficies potencialmente regables que ofrece su geografía. Adicionalmente es oportuno señalar que las masas acuíferas de esta cuenca debemos compartirla con las hermanas provincias de Neuquén y Buenos Aires mediante acuerdos cuya importancia estratégica resulta crucial para el futuro de los rionegrinos. Similares soluciones de compromiso será necesario alcanzar para el uso y recarga de los acuíferos y manejo de los glaciares en relación a las demandas sociales y productivas.

"Cada uno quiere llevar agua a su molino y dejar seco el del vecino."
-Proverbio Español

El desplazamiento de las fronteras agropecuarias hacia el sur, la aparición de usos competitivos del agua de nuestros acuíferos, como la minería, la explotación de hidrocarburos, las industrias, la evolución poblacional de sus ciudades, las producciones forestales, frutícola, olivícolas, etc. compiten de un modo inédito por la asignación de los limitados volúmenes existentes generando tensiones y presiones sobre los efectores públicos para lograr una temprana asignación del recurso hídrico, que determine el posicionamiento de las distintos grupos inversores, empresas, actividades y grupos de interés de un modo casi irreversible.
La defensa del postergado desarrollo equilibrado de nuestra provincia, basado en la adecuada disponibilidad de bienes públicos, el cuidado del medio ambiente, la racional asignación de recursos,  la prevención de los impactos socioeconómicos emergentes de los fenómenos descriptos, determina el ingreso de la asignación del agua, de lleno en la agenda política.

Resulta necesario arbitrar y encauzar los conflictos, en resguardo de las soluciones que optimicen el beneficio social agregado interregional y el bien común, frente al desafío que le plantean los intereses especulativos e inmobiliarios, cuya desatención muchas veces ha llevado a situaciones extremas como la denominada “guerra del agua” desarrollada en Cochabamba hace menos de veinte años.
La topografía, las diversas alternativas tecnológicas y productivas de uso del agua vigentes determinan la viabilidad técnica de diversos proyectos que deberían ser priorizados luego de otorgar al agua el valor real actualizado que tiene en el mundo,  para que sus usos alternativos reclamen alta productividad en las actividades elegidas y un elevado beneficio social asociado.
La sustentabilidad ambiental, los esquemas de tributación para socializar las rentas y beneficios  inmobiliarios extraordinarios derivados de la obtención de permisos de uso del agua subterránea o superficial de riego vigente, debería en todos los casos someterse a un debate amplio y participativo que permita a la sociedad evaluar alternativas de un modo fundado y sistemático que supere las premisas y enunciados oportunistas, sin rigor, ni propuestas que muchas veces, suelen embarrar el necesario debate.

y el que su charco ensucea pa que parezca mas hondo
es porque escuende en el fondo lo que le falta a su idea
-Santos Vega, el Payador-

La presión de las corporaciones orientadas a maximizar las rentas privadas de los enclaves productivos autónomos que son su práctica habitual, solo podrá prevenirse mediante la regulación y la participación orgánica de un estado organizado en sus funciones de prevención,  control y generación de alternativas mediante el uso de los balances que aporta la división de poderes y el debate participativo de audiencia pública con licencia social, como se ha sugerido el gobierno en el caso de la minería.
Es probable que se presenten apelaciones bien fundadas por parte de estados, inversores extranjeros o sus personeros, comprometiendo emprendimientos, puestos de trabajo, integración al medio local, infraestructura, construcciones para paliar el déficit habitacional, educativo, sanitario, etc. con apariencia atractiva. Consideramos oportuno que los proyectos de magnitud deban ser garantizados y avalados económicamente por fianzas depositadas a tales efectos, para remediar las eventuales consecuencias de su temprano abandono o ejecución azarosa, violando los términos originalmente aprobados. Igualmente los proyectos deberían encontrar su cauce y su sentido en la planificación regional previa orientada al desarrollo provincial conjunto, en lugar de abonar una inútil puja entre rionegrinos que ya conocemos el valor de las campañas publicitarias y las promesas incumplidas.

La planificación del uso racional del recurso, no debería presentarse como un todo completo al que adherir. La involucración temprana de los actores sociales permitirá que se puedan debatir y asumir como propios los programas de desarrollo que sobre la base del ordenamiento territorial y la determinación de metas y horizontes productivos comunes permitan el ejercicio del control social responsable y la superación de los desequilibrios regionales que nos han caracterizado.

Estos debates tendrán la relevancia que les brinde la participación activa y comprometida de sus representantes más caracterizados en los espacios institucionales que se definan para transformar la matriz productiva diversificándola y agregándole valor local, con la vocación de incluir a los sectores históricamente marginados y postergados.

Convocamos a que se debata con amplitud, claridad y fundamento, las propuestas que se formulan sobre nuestros territorios, la comisión de Asuntos Hídricos en la legislatura, las Comisiones Legislativas Interprovinciales, la Mesa Provincial del Agua abierta en el Ministerio de la Producción del Gobierno Provincial, constituyen al igual que otros muchos espacios representativos de la voluntad ciudadana, una oportunidad inmejorable de ejercer nuestros deberes republicanos, participando organizadamente en un entorno transparente y neutral donde tengan cabida todas las voces serias y representativas que se comprometen a diario con el destino de los rionegrinos y su sed de desarrollo con inclusión y equidad.